miércoles, 30 de junio de 2010

El miedo a los bárbaros

Todorov, Tzvetan. El miedo a los bárbaros. Barcelona. Galaxia Gutemberg S.A. 2008. 

Francesc Torralba Roselló. Catedrático de Filosofía en la URL.
Director de los Institutos de la Paz de la Universitas Albertiana.

Uno de los libros más interesantes de analizar para comprender la inestabilidad política del planeta en nuestro tiempo es el ensayo de Tzvetan Todorov (Sofía, 1939), El miedo a los bárbaros (2008). En él desarrolla una sugerente exposición de las dos principales emociones que mueven el mundo social, político y económico: el miedo y el resentimiento. Según este pensador, los países que configuran el mapa político pueden separarse en dos grandes grupos: los que tienen miedo y los que experimentan resentimiento.

El miedo, que Zygmunt Baumann analiza con esmero en Miedo líquido, es una pasión que limita la libertad y la veracidad. Los países más desarrollados del mundo sienten miedo bajo distintas formas: el miedo a un atentado terrorista, el miedo al futuro, el miedo a los flujos migratorios, el miedo al cambio energético, el miedo a la catástrofe ecológica, el miedo a la inestabilidad de los mercados. Los países en vías de desarrollo padecen resentimiento contra los países ricos, una especie de rencor que tiene su origen en el colonialismo, en la explotación y en la esclavitud. Al comparar la calidad de vida de un ámbito y otro, se siente dolor y rencor. El miedo hace levantar murallas y alambradas, controles policiales y políticas de inmigración muy severas. El resentimiento intoxica la vida espiritual de los pueblos y se manifiesta en la agresividad, en la violencia y, en el peor de los casos, en la voluntad de matar.

El ser humano, movido por la pulsión elemental y primaria del miedo, es capaz de cualquier atrocidad, de convertirse en un bárbaro, de mentir y hasta de segregar al otro. El ser humano, impulsado por el resentimiento, es hábil para causar grandes sufrimientos y de encauzar tal pasión a través de los mecanismos tecnológicos. La civilización exige el dominio de las emociones, el autocontrol, la justicia y el reconocimiento de derechos en igualdad de condiciones. En el corazón del terrorismo late un resentimiento contra el mundo occidental y sus formas de colonización. En Occidente se tiende a identificar el extranjero con el bárbaro, sin considerar que el bárbaro no viene determinado por el color de la piel ni por la lengua, sino por su incapacidad de reconocer dignidad a los que no son como él.

La construcción de la paz es una tarea ardua y difícil. Uno de los obstáculos fundamentales en esta tarea es, como se indica en la Carta de la Paz dirigida a la ONU, el resentimiento, pero, también se debe identificar, como barrera, el miedo, pues el miedo genera desconfianza y suspicacia y hace imposible reconocer al otro como hermano en la existencia, niega aquella fraternidad existencial que es el fundamento más sólido y más universal de la paz.

Este libro de Todorov es una lúcida contribución para entender la gravedad del momento actual. Nos recuerda que un ser humano puede perder los derechos que la sociedad le confiere si infringe sus normas, pero nunca puede perder la dignidad inherente. Este sugerente texto nos obliga a pensar si el miedo a los bárbaros no es un temor más ancestral y atávico: el miedo al lado oscuro del ser humano, a la esfera nocturna de su ser.

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